Si miras al cielo de noche ( y no hay nubes) lo más seguro es que veas la luna. Y, del mismo modo que podemos observar al ver fotos de La Tierra y otros planetas, es redonda. Pero, ¿conoces el motivo por el cuál los planetas son redondos? ¿No? Pues agárrate el cinturón, que te lo contamos.
La culpa la tiene la gravedad
Efectivamente, la razón por la que los planetas son redondos es, nada más y nada menos que la gravedad. ¿Por qué? Porque el núcleo de los planetas, que suele ser «pequeño» pero súper pesado. Lo que hace que la gravedad de estas pequeñas bolas atraiga hacia sí al resto de los materiales que forman un mundo.
Y claro, si esa bola súper-pesada es redonda, todo lo que atraiga a su alrededor irá creando una esfera según se vaya «asentando».
¿Por qué redondos?
La razón, de nuevo, es la gravedad. Y es que, cuanto más pesado es algo, más se concentra. La forma esférica (que tanto vemos en el universo) es la forma más óptima para un elemento tan pesado. Porque haciendo caso a las leyes de la física, sabemos que las esferas son la forma geométrica que nos permite albergar el mayor volumen con la menor superficie posible.
Por lo que es normal que sea la forma que adoptan de forma natural ciertas estructuras cósmicas. Minimizando así la fuerza que la gravedad tiene que hacer para mantener los planetas compactos. Ya que todos los puntos se encuentran a la misma distancia del centro.
La Vía Láctea también fue redonda
Nuestra propia galaxia también tuvo esta forma tan recurrente en el Universo. Y sí, ahora es más plana, pero eso es culpa de la fuerza centrípeta que se ha ido generando desde su creación. Lo que ha hecho que, con el tiempo, esa esfera se haya ido aplanando poco a poco.
Lo que nos ha dejado con la espiral que hoy en día conocemos como La Vía Láctea, nuestra galaxia.
Imágenes; Unsplash