Las pizzas son una de las cosas más famosas que ha dado Italia. Y si, incluimos las obras de arte, la pasta y los monumentos que siembran el país. Pero la realidad es que no puedes llevarte El Coliseo a casa en una caja de cartón. Sin embargo, hacer unas pizzas caseras está al alcance de cualquiera. Por eso mismo te traemos los trucos definitivos para hacer las mejores.
La masa, al milímetro
Hacer una masa de pizza no es nada difícil. Sin embargo, hacer la masa perfecta tiene «truco» más allá de saber amasar. Hay que unir los ingredientes en las cantidades perfectas para conseguir el resultado. ¿Cuáles son los ingredientes? 500 gramos de harina tipo 00, 350 centilitros de agua, 10 gramos de levadura, 20 gramos de sal y un chorro de aceite de oliva virgen extra.
Una vez tengamos los ingredientes bien medidos tendremos que darle caña a la masa hasta que nos quede una bola de perfección nada pegajosa. Después tienes que dejarla bien tapada con un trapo de tela durante 2 horas. Y ya tienes la masa perfecta.
La temperatura del horno es clave
No tienes un horno de leña en casa, lo sabemos. Sin embargo, siempre se puede hacer todo lo posible para conseguir unas pizzas caseras perfectas. Primero es imprescindible que pre-calientes el horno, cuanta más temperatura, mejor.
Una vez el horno esté a la temperatura adecuada, bastará con meter la pizza y esperar entre 8 y 10 minutos. O, en su defecto, hasta que el queso y los ingredientes estén en su punto perfecto.
No te olvides del orégano
Cuando la pizza esté más o menos a la mitad le llega el turno al orégano. Y es que un poco de orégano por encima de los ingredientes cuando aún falten 4 o 5 minutos de horno es ideal por dos razones.
La primera es que el orégano liberará todo su aroma con ese tiempo y no llegará a quemarse. La segunda, y más importante, es que esa pizza saldrá del horno con un olor que convertirá tu casa en Italia de un plumazo. Y, por si fuera poco, el aroma se quedará un rato después de que te hayas comido la pizza.
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