Si estás planeando irte a vivir a otro país y no tienes claro cuáles son las mejores opciones, nosotros no vamos a poder ayudarte. Sin embargo, si te podemos decir cuáles son los países más caros del mundo. Para que, si te surge la oportunidad de vivir allí, te lo pienses dos veces si no es de la mano de un buen trabajo.
Japón
Japón es una isla, y las islas tienden a ser muy caras por la falta de espacio. Lo que significa que no solo la comida será cara, si no también la vivienda. Para rematar la jugada, el transporte en Japón también es algo menos que barato. Eso sí, es el más fiable del mundo.
¿La parte buena? Que comer fuera de casa es relativamente barato y los salarios suelen ir a la par que los precios. Aunque los apartamentos tienden a ser bastante pequeños en comparación con otros países.
Suiza
No es una isla, pero aún así los precios en Suiza son altísimos. ¿La razón? Que es, a efectos prácticos, el banco del mundo. Lo que significa que muchos millonarios viven aquí. Algo que ha terminado traduciéndose en viviendas, supermercados y demás precios por las nubes.
A cambio se tiene un clima espectacular si te gusta el frío, unos paisajes naturales de infarto y una sensación de paz y tranquilidad que llena el ambiente allá por donde vayas. Además, claro, de una de las tasas de crimen más bajas del mundo.
Suecia
Algo más al Norte de Suiza se encuentra Suecia, país famoso por Ikea, sus albóndigas y el hecho de ser uno de los países más caros de la Unión Europea. Ya que, aunque comparta moneda con países como Grecia, Italia y España, sus precios juegan en una liga diferente.
Una vez más, los salarios suelen ir acorde a estos precios y no es raro ver deportivos y coches de gama alta por las calles. Aunque si no vas con un trabajo cualificado y bien pagado, puede ser un lugar duro.
Bermudas
Este país no es un paraíso fiscal por nada, y los precios, como uno podría imaginar, van de la mano. De forma que, además de tener playas paradisíacas, también hay un índice del precio de la vida que es cuatro veces más alto que el de Estados Unidos.
Eso sí, no hay que pagar prácticamente ningún impuesto por tu patrimonio. Algo bueno tenían que tener esos precios, ¿no?
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