Seguro que más de una, dos y diez veces has oído que pasarte todo el día sentado es malo. Y, seguramente, vayas a oírlo decenas de veces más. ¿Por qué? Porque es la realidad, claro. ¿No te lo crees? Te contamos lo que puede pasarte si eres de los que se pasan más de 10 horas al día en la silla.
Tu corazón va a sufrir de más
Eso de estar todo el día sentado no te va a sentar bien, eso es algo seguro. Lo que a lo mejor no sabes es que no todo tu cuerpo lo sufre igual. El corazón es, sin duda, lo que más sufre. Y eso es un problema, porque es de los pocos órganos sin los que no podemos vivir.
Si tu rutina te obliga a pasarte más de 8 horas sentado cada día, tienes que hacer algo a respecto. ¿Qué se puede hacer? Todo el deporte que sea posible, para que tu corazón se mantenga en forma. Y, por supuesto, seguir una dieta variada para evitar excesos. De lo contrario tu corazón irá sufriendo día a día y te cansarás antes.
Tus piernas tampoco se salvan
Si encima unimos eso a que tus músculos no tienen mucha actividad tampoco, tienes todas las papeletas para los problemas circulatorios. Especialmente en la zona de las piernas, que son las que más sufren las consecuencias de la falta de actividad. Porque estar todo el día sentado lo que terminará consiguiendo es que tus venas también sufran más de lo que deberían.
La peor parte se la llevarán las personas que se sientan con las piernas cruzadas. Porque, en esa postura, los vasos sanguíneos sufren aún más presión de la que deberían.
Tus músculos también se debilitan
Del mismo modo que nuestro corazón y nuestras piernas, el resto de músculos de tu cuerpo tampoco se libran. Y es que, sin una rutina de ejercicio para suplir las carencias del día a día, tu masa muscular empezará, poco a poco, a desaparecer.
¿Por qué? Porque, al estar sentado y apoyado en la silla, tus músculos no tienen que hacer ningún esfuerzo para mantenerte estabilizado. Lo que, con el paso de los días y semanas, irá haciendo que tu cuerpo los considere «de más».
Ojo con el dolor de espalda
Con todo el día sentado, tu espalda y tu cuello tampoco están seguros. Sobre todo si la silla en la que estás no es adecuada o no tiene un soporte correcto. Lo que puede traducirse en dolores crónicos de cuello o espalda. Mucho más aún si nuestra propia postura no es la adecuada.
Porque, por mucho que nos duela, sentarnos correctamente no es lo más normal. Y claro, por un día, no pasa nada. Pero con el teletrabajo, lo más probable es que la cosa se prolongue durante meses.
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