Puedes estar leyendo, viajando en metro o simplemente viendo la TV cuando notas el móvil vibrar. Te acercas a mirar de qué notificación se trata y resulta que, en realidad, no hay ninguna y ahí llega la pregunta ¿Por qué noto vibrar el móvil cuando no vibra? No, no te estás volviendo loco, es el llamado «síndrome de la vibración fantasma». Y sí, le pasa a más personas de las que crees.
El «síndrome de la vibración fantasma»
La realidad es que, aunque no nos guste admitirlo, estamos enganchados al móvil de tanto uso continuado. Y, como también sucede con la comida, a veces simplemente tenemos el deseo de mirar a ver si nos ha llegado algo nuevo o de llevarnos algo a la boca. Por eso sientes la vibración del móvil a pesar de que no te haya llegado ninguna notificación.
Esto, muchas veces, es culpa de estar constantemente pendientes del teléfono. Da igual si es cosa del trabajo, de las redes sociales o del último juego que te tiene enganchado. Y, al final, nos llevamos el teléfono a prácticamente todas partes, desde el baño hasta la piscina.
No, no estás solo en esto
Pero no te preocupes, no eres la única persona que nota notificaciones sin que haya llegado nada. Los efectos del «síndrome de la vibración fantasma» los viven más de dos tercios de la población. Algo que se vuelve todavía más frecuente cuando estamos esperando una llamada o un mensaje concreto.
¿La parte buena? Que esta «condición» no tiene más «síntomas» que ese. De forma que, lo peor que te puede pasar es que gastes más batería en el teléfono de mirarlo tantas veces. Un detalle que no debería preocuparnos siempre que no nos dé por mirar el teléfono en una reunión o cruzando la calle.
Mejor aleja el móvil de tu cuarto
No solo porque así no tendrás que pensar tanto en él, que también. Si no porque así te irás a dormir sin que lo último que has visto sea la pantalla. Y es que eso es malo por dos razones. La primera, y más obvia, es que nos vamos a quedar un ratazo más mirando el móvil, reduciendo nuestro tiempo de sueño.
La segunda, y más peligrosa, es que nuestro cerebro, al ver la luz azul del móvil, recibe señales para mantenerse alerta, porque «es de día» aún. De forma que, cuando queramos dormirnos, nos va a costar mucho más.
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